El Hayedo de Tejera Negra en otoño y otros hayedos cerca de Madrid

18 de Noviembre 2021 
Duración: Un finde

Visitar un bosque de hayas es siempre una maravilla y nos va a permitir descubrir un paisaje diferente a lo que estamos acostumbrados en España, pero si la visita al hayedo la hacemos en otoño, será una experiencia que vamos a disfrutar el triple, ya que la gama de colores se amplia abarcando verdes, amarillos, ocres e incluso rojos.

Sin duda, el otoño es la mejor época para visitar los hayedos, y en este reportaje te contaremos cómo visitar tres hayedos que se encuentran muy cerca de Madrid: el Hayedo de Tejera Negra (provincia de Guadalajara), el Hayedo de la Pedrosa y el Hayedo de Montejo en la provincia de Madrid.

Como siempre, te recomendamos llevar una buena cámara de fotos porque sin duda querrás tener un recuerdo de este paisaje otoñal.

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Hayedo de Tejera Negra (Guadalajara)

El Hayedo de Tejera Negra está en la Sierra Norte de Guadalajara y es un bosque de hayas muy especial, porque es el que se encuentra más al sur de Europa. Las hayas son árboles que requieren condiciones de humedad, altitud y temperatura muy específicas y por ello son bosques más característicos del norte de España y de Europa.

Junto con todos los hayedos de Europa, el Hayedo de Tejera Negra fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

¿Por qué visitar el Hayedo de Tejera Negra?

Porque se trata de un lugar que te va a sorprender y te va a conectar con la naturaleza, por el silencio de sus rincones, por el sol filtrándose entre las hojas de manera justa, por las formas de sus ramas y raíces, por sus paisajes y por lo que vas a sentir cuando estés dentro del bosque, conviviendo con sus otros habitantes, aves, reptiles, mamíferos que viven a su abrigo.

Los bosques de hayas y su armonía visual
Los bosques de hayas y su armonía visual

¿Cuándo visitar el Hayedo de Tejera Negra?

Cualquier época del año es buena para dar un paseo por un bosque de hayas, pero sin duda el otoño es la mejor estación para caminar por sus senderos, que te permitirán disfrutar de una gama de colores espectacular, que va desde el verde, al rojo, pasando por los amarillos y ocres, propios del otoño.

No es recomendable en invierno ya que la mayor parte del sendero está cubierto de nieve, con temperaturas muy frías.

¿Cómo llegar a Tejera Negra?

Desde Madrid, por la A-1 hasta Km 103, tomar desvío N-110-Riaza y desvío CL-114-Ayllón, hasta llegar a Cantalojas. A unos 2 km. se encuentra el Centro de Interpretación del Hayedo de Tejera Negra.

Desde Guadalajara, por la CM-101 dirección Fontanar-Fuencemillán, CM-1001 Humanes-Cogolludo, CM-1006 Veguillas-Galve de Sorbe, GU-213 Cantalojas.

¿Cómo visitar el Hayedo de Tejera Negra en otoño?

Tienes dos opciones para visitar el bosque de hayas de Tejera Negra en otoño:

  1. Sendero de las Carretas: para ello tendrás que aparcar en el parking del Hayedo de Tejera Negra, que está a unos 8 Km. del Centro de Interpretación de Cantalojas. De esta manera tu visita se centrará exclusivamente en el hayedo y será más corta. (8 km. aproximadamente a pie). Para esto necesitarás reservar el parking con antelación, abonando 4 € por vehículo.
  2. Sendero del Robledal + Sendero de las Carretas: debes aparcar en el parking del Centro de Interpretación de Cantalojas, y desde allí hacer el Sendero del Robledal y seguidamente el Sendero de las Carretas, que es propiamente donde se encuentran las hayas. Esta opción es más larga (23 km.)

La mayoría de los visitantes optan por realizar el sendero más corto, el de las carretas, y para ello, tienes que solicitar una reserva del parking con antelación suficiente, sobre todo en otoño.

Una vez que obtengas el permiso para el vehículo, el día que tengas reservado tendrás que pasar por el Centro de Interpretación de Cantalojas, donde te requerirán la reserva. El horario para entrar es de 10 a 13 h.

Nosotros optamos por hacer la ruta más larga, para poder contároslo todo, así que os dejamos nuestra experiencia en este maravilloso espacio natural.

Crónica de nuestra ruta: Sendero del Robledal y Sendero de las Carretas (Hayedo de Tejera Negra - Guadalajara)

Es 27 de octubre de 2021. Hemos intentado calcular la visita en el momento ideal para que el hayedo nos reciba con los colores más vistosos del otoño, pero este año debido a la sequía tras el verano y el calor reinante, se ha retrasado un poco, tal y como nos temíamos y hemos podido comprobar que, si bien por la parte superior de los árboles sí han adquirido colores más intensos, aún predominan mucho las hojas verdes.

Panorámica del Hayedo de Tejera Negra
Panorámica del Hayedo de Tejera Negra

La ruta es sencilla y en todo momento se camina por senderos habilitados, no hay ninguna dificultad exceptuando su longitud (23 km.) y su duración ya que nos llevará aproximadamente unas 6 o 7 horas realizarla, a buen ritmo.

El hayedo propiamente dicho lo veremos al llegar a la mitad de la ruta aproximadamente, ya que en la primera parte discurriremos por un robledal, también muy otoñal y de gran belleza. Accederemos al hayedo cuando lleguemos al Sendero de las Carretas o en la parte más alejada de la ruta que describimos.

Salimos a pie del parking del Centro de Visitantes, continuando la pista que iría al parking de acceso restringido. Pronto, a la izquierda, veremos una baliza que nos indica el Sendero del Robledal, por las que seguiremos avanzando.

Robledal en otoño
Robledal en otoño

Nos desviamos a la izquierda y descendemos ligeramente hacia el río, hasta llegar al puente de piedra, el cual cruzaremos. Encontramos un rebaño de vacas que nos trasladan casi a los valles pirenaicos. Son bastante tranquilas, aunque hay que tener precaución cuando hay terneros cerca.

Aparcamiento del Centro de Visitantes de Tejera Negra
Aparcamiento del Centro de Visitantes de Tejera Negra

El sendero del robledal es un precioso bosque que en este momento se encuentra mostrando su mejor versión, con las hojas amarillas y ocres propias del otoño. El sendero va subiendo por suaves lomas acompañados por el canto de los pájaros. En algunos tramos encontraremos algunas manchas de pinares. En esta parte y teniendo en cuenta que es un día entre semana, no nos vamos a encontrar con nadie, es una zona poco concurrida en comparación con el Sendero de las Carretas, o el hayedo propiamente dicho.

Desvío Sendero del Robledal
Desvío Sendero del Robledal
Vacas pastando al inicio del Sendero del Robledal
Vacas pastando al inicio del Sendero del Robledal

Tras unos 5 Km. de camino nos toparemos con una pista más ancha por la que caminaremos otros 4 Km. aproximadamente con vistas panorámicas del hayedo al fondo. Desde este punto podemos comprobar cómo las copas de los árboles se encuentran muy otoñales, desde los ocres hasta los rojizos. Desde la pista también veremos (abajo) el parking de acceso restringido al hayedo, desde donde suele comenzar la mayoría de la gente, el Sendero de las Carretas.

Panel informativo
Panel informativo

Tenemos que estar atentos para encontrar a nuestra derecha la entrada al Sendero de las Carretas por el que ya nos perderemos en el tiempo y nos entretendremos haciendo mil y una fotos. A partir de este punto, nuestro recorrido por el hayedo será de unos 3,5 Km.

Han instalado algunos paneles de información con interpretación de la flora y la fauna. También veremos un tejo y algunos otros árboles singulares cómo un álamo temblón y algunos abedules, qué hay de manera aislada en este tramo.

Primeras hayas del camino
Primeras hayas del camino
En lo profundo del bosque
En lo profundo del bosque

En un cruce de caminos, veremos la opción de regreso circular para los visitantes que han subido haciendo la ruta corta desde el parking de pago. Nosotros continuaremos a la izquierda para continuar con nuestra versión. Tras este punto el camino desciende hasta que sale a campo abierto justo en el conocido como Mirador de Mata Redonda, donde encontramos a gran cantidad de personas ya que estando en otoño el hayedo recibe miles de visitantes diariamente, incluyendo colegios y grupos en autobuses.

Ejemplar de tejo
Ejemplar de tejo

Desde este mirador tenemos unas estupendas vistas del Hayedo de Tejera Negra y de las montañas que la circundan, incluyendo La Buitrera.

Panel informativo en el Mirador de Mata Redonda
Panel informativo en el Mirador de Mata Redonda
Grupos de visitantes en el Mirador
Grupos de visitantes en el Mirador

Por el punto que hemos llegado a la pradera, a la derecha, comienza una bajada con bastante pendiente, continuando por el hayedo, con rincones muy bonitos. Llegaremos a una carbonera y poco después el bosque se abrirá. Veremos algunos abedules de manera aislada en esta zona. Finalmente cambiamos de dirección pasando por un puente a la derecha y ya circularemos manteniendo altura prácticamente hasta que llegaremos al parking restringido.

Panorámica del hayedo
Panorámica del hayedo

Nosotros tenemos que continuar caminando hasta el parking donde por la mañana habíamos dejado estacionado el coche. Existe un sendero que va paralelo al río Illas y que cuenta con señalización por balizas, aunque en algunos puntos no está muy claro por donde continuar. Si bien es verdad que el sendero discurre por la margen izquierda del río, en algunas ocasiones y según vaya el río podremos hacer el paso más cómodo por el mismo río o también por la derecha.

Carbonera reconstruida
Carbonera reconstruida

No obstante, deberemos ir pendiente de las balizas para no liarnos mucho o tener que retroceder en ocasiones.

Sendero por el río Illas
Sendero por el río Illas

Esta parte del sendero también es muy bonita porque va en todo momento acompañando al río y si echamos la vista atrás veremos al fondo la panorámica del hayedo y sus colores. En este tramo deberemos tener paciencia pues todavía nos faltará bastante por recorrer a través del valle que parece ser más largo de lo esperado.

Continuamos paralelo al río
Continuamos paralelo al río

Nos toparemos con la pista que viene del parking donde comenzamos, y ya solamente nos faltara cerca de un kilómetro para llegar a nuestro punto de inicio de ruta.

Precioso rincón
Precioso rincón

Hayedo de la Pedrosa

Otro de los hayedos más meridionales de España y de Europa es el Hayedo de la Pedrosa, éste en la provincia de Segovia, más concretamente en Riofrío de Riaza. Para visitar este magnífico hayedo no necesitarás reservar parking ni pedir cita, pero ten en cuenta que en épocas otoñales recibe muchas visitas y puede ser difícil encontrar un espacio para dejar el coche cerca del hayedo.

En el interior del hayedo
En el interior del hayedo

También conocido como Hayedo de Riaza, es una extensión muy pequeña, de unas 87 hectáreas y que va en declive por las altas temperaturas y la disminución de precipitación.

Cómo llegar al Hayedo de la Pedrosa

Desde el pueblo de Riaza tienes que coger la carretera SG-112 en dirección a Riofrío de Riaza y finalmente hasta el Puerto de la Quesera. Se trata de una carretera muy estrecha y rudimentaria que comunica las provincias de Segovia y Guadalajara.

Justo llegando a la zona más alta, en el Puerto de la Quesera, podrás ver la panorámica de este Hayedo de la Pedrosa. En este punto hay algo de espacio para los coches, pero tampoco demasiado, así que muchos visitantes dejan los vehículos estacionados en ambos lados de la carretera, dificultando mucho el tráfico y formándose embotellamientos.

Sobre el recorrido por el Hayedo de la Pedrosa

Existe un recorrido que comienza en las inmediaciones del Embalse de Riofrío de Riaza y discurre en subida por una senda que nos introduce poco a poco en el maravilloso hayedo del que disfrutaremos en todo su esplendor. Además de la magia del hayedo, destacamos un mirador al lado de una formación rocosa llamada La Ventana. Este recorrido llega hasta el Puerto de la Quesera, teniendo opciones de continuar ascendiendo para descubrir otros parajes cercanos. Recomendamos consultar y estudiar las opciones disponibles en mapas y descargar alguna ruta fiable en wikiloc.

Hayedo de Montejo

El último hayedo del que os queremos hablar es el Hayedo de Montejo, que se encuentra en el municipio de Montejo de la Sierra perteneciente a la Comunidad de Madrid.

Es el más protegido de todos porque las visitas tienen que ser obligatoriamente guiadas y debes contar con reserva previa para poder caminar por uno de los tres senderos homologados que existen en él.

Bosque de hayas
Bosque de hayas

¿Cómo visitar el Hayedo de Montejo?

Para poder descubrir este bosque de hayas en pleno corazón de Madrid, tienes que reservar la visita con antelación a través de la página web habilitada para ello. Y tener un poco de suerte, porque te diremos que, aunque nosotros lo intentamos en varias ocasiones, nos fue imposible conseguir una reserva.

En este punto hacemos una reflexión porque si bien es verdad que abogamos por la protección del medio ambiente por encima de todo, el sistema para ello no debería ser tan restrictivo como en este caso.

Desde aquí hacemos una pregunta a los responsables del sistema de reserva del Hayedo de Montejo: si, aún cumpliendo todos los requisitos de reserva previa y habiéndolo solicitado con mucha antelación, no obtenemos permiso ni reserva para visitarlo, ¿realmente cuál es el sistema para conseguir la reserva? Si en el segundo cero estamos en la web y aparecen cero plazas, ¿nos pueden decir cómo han reservado las plazas los afortunados? La verdad que es un misterio que convierte tristemente al Hayedo de Montejo en un jardín privado, no sabemos para quien. ¡Una verdadera pena!

Nos tenemos que conformar con ver las fotos e información que se publica en Internet sobre este (estamos seguros) maravilloso hayedo.

A ti, lector, si consigues plaza para visitarlo, cuéntanos el truco, aunque pensándolo bien, nos quedan el Hayedo de Tejera Negra y el Hayedo de la Pedrosa como maravillosos ejemplos de hayedos de la Sistema Central.

Como no pudimos visitarlo, te dejamos arriba una foto del hayedo de Tejera Negra.

 

Comentarios

Eduardo
28/11/2021
Puede que me equivoque, pero creo recordar que estuve hace más de 30 años en el hayedo de Montejo, cuando se podía visitar libremente, y me pareció pequeño. Sin duda los bosques de hayas son una auténtica maravilla pero, como contáis del robledal y del sendero del río Illa, me sorprende más lo que no se espera, quizás porque sea menos excepcional, pero que se presenta más tranquilo y siencillo.
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