Parque Natural Los Alcornocales, zona este entre Málaga y Cádiz
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Garganta de la pulga y Sendero del Pimpollar.
Realizamos un precioso paseo por el sendero de la Garganta de la Pulga en el entorno de los Montes de Cortes de la Frontera. La ruta es bastante suave y se puede hacer con niños, siempre que estén acostumbrados a andar. Es circular y comienza en la carretera A 373 a 5 kilómetros de Cortes y 20 Km de Ubrique. Discurre en su mayor parte por bosque de alcornoque, quejigos y encinas, con la presencia de arroyos donde podemos adivinar huellas de animales: corzos, jinetas, nutrias y otros. Tuvimos la suerte de que había llovido días antes, así que los arroyos llevaban bastante agua y pudimos ver estas huellas de animales en el barro.
Si hacéis este paseo, os animamos a que os paréis un momento y agudicéis el oído para escuchar el sonido del bosque: pajarillos de todo tipo cantando, el viento silbando entre las hojas de los árboles, el rumor del agua corriendo. Es todo un espectáculo. Quizás el mejor lugar para hacer este experimento sea la Laguna de la Greera a la que llegaremos siguiendo el sendero. Los lugareños la conocen como "La Charca" y es un lugar encantador, rodeada de grandes alcornoques, encinas y quejigos, de los que cuelgan rosales silvestres y las "barbas de capuchino" unas plantas indicadoras de calidad ambiental. Protegida por juncos, sus aguas verde oscuro reflejan la vegetación colindante en un efecto mágico.
Continuamos el sendero y llegamos enseguida a la carretera de El Colmenar por la que tendremos que andar unos 500 metros. Después cogeremos un senderillo hasta llegar a Casas de Huerta Varea, con vistas al Puerto del Oso e incluso se puede adivinar el comienzo de la Garganta de Buitreras. Continuamos cruzando arroyuelos y disfrutando del bosque por el sendero, ya de camino al punto de inicio de la ruta donde habíamos dejado el coche.
Como aún tenemos tiempo, decidimos hacer otro sendero que comienza muy cerca, el llamado sendero del Pimpollar, de unos dos kilómetros, donde tuvimos la suerte de ver un ciervo muy cerca. El sendero es circular, comienza en el Área Recreativa de Cortes de la Frontera. Veremos una calera bastante reconstruida. Las caleras son construcciones humanas con las que antiguamente se fabricaba la cal. Funcionaba por la acción del fuego sobre la roca caliza durante varios días. Se depositaba la roca, se rellenaba con matas de jara, aulaga y ramas de acebuche y se prendía fuego cociendo la piedra durante varios días, hasta que se obtenía la cal, que se usaba para blanquear las casas o desinfectar establos o casas.
Atravesaremos bosques de alcornoques y pinos y pasaremos por las ruinas del Cortijo del Cañuelo, hasta que terminamos en el mismo punto de inicio.
Desde Estación de Jimena hasta El Colmenar
Para este reportaje nos alojamos en El Colmenar, en Hotel Buitreras, que tiene habitaciones dobles con baño y también una parte de hospedería con literas y baño compartido, además de mesón restaurante, donde podréis degustar especialidades típicas del lugar, como la carne de "venao" o revuelto de setas. El hotel ofrece precios muy económicos y variados con posibilidad de desayuno, o media pensión.
El Colmenar está dentro del término municipal de Cortés de la Frontera, y tiene estación de tren para la línea Ronda - Algeciras. De hecho también es conocida como Estación de Gaucín, aunque Gaucín se encuentra a unos 20 minutos por carretera.
El hecho de tener una estación nos da mucho juego para hacer rutas lineales, usando el tren para la ida o la vuelta. Es lo que vamos a hacer hoy. A las 10:00 de la mañana cogemos el tren en El Colmenar en dirección Algeciras, y nos bajamos en la estación de Jimena de la Frontera, solo una parada. El trayecto vale algo menos de 3 euros. Bajamos allí, para regresar andando al Colmenar, por senderos de incomparable belleza. Os contamos con más detalle.
Nos bajamos en Estación de Jimena, una población que se llama Los Ángeles. Nos dirigimos hacia Jimena de la Frontera, a la que llegaremos caminando un kilómetro más o menos. Su castillo se impone en la parte más alta del pueblo, hacia donde vamos subiendo entre las casas, hasta llegar a un panel indicativo del GR7, que cogemos en dirección a Ubrique. Al principio, este sendero está empedrado y comienza a subir suavemente entre acebuches, adentrándose en la sierra y dando paso a un extenso alcornocal.
Vamos siguiendo el GR7 un buen tramo, siempre señalizado, pasamos por a una caseta de vigilancia forestal, ya adentrándonos en la parte más agreste, donde empiezan a verse los primeros quejigos de gran porte cubiertos de musgo y helechos. Estamos atravesando uno de los muchos canutos que hay en Alcornocales donde el cauce de los ríos convive con la vegetación más exuberante. Caminamos un buen rato por un sendero que discurre paralelo a un arroyo, y allí encontramos una virgen dentro de un hueco de la roca. Llegamos así a la parte más alta desde donde tenemos unas magníficas vistas de las cumbres más altas del Parque, como el Pico del Montero, con la característica forma del radar en su cima, o el Aljibe, que es el más alto con 1.091 metros del altitud.
Ya en este punto abandonamos el GR7 para adentrarnos en la parte menos señalizada, que coincide con el sendero de El Colmenar a la fuente de Los Arrieros. Tendremos que vigilar el GPS ya que la senda está perdida en algunos puntos, obligándonos a buscar el camino en más de una ocasión. Ya en bajada, caminamos durante un par de horas sumergidos en bosques de alcornoques, musgo y helechos. Es bastante común en Alcornocales que los senderos se cierren ya que la vegetación es muy abundante, así que hay que llevar cuidado para no perder el sendero.
En un momento dado ya vemos las vías del tren y el pueblo de El Colmenar a lo lejos, aunque aún tenemos que bajar. En un punto tendremos que cruzar las vías y solo nos quedará la llegada al pueblo por la presa. En total hemos andado más de 30 kilómetros. Ya en el bar del Hotel Buitreras, nos tomamos unos refrescos para reponernos de la caminata.
Desde El Colmenar hasta Cortés de la Frontera por el Sendero de Buitreras
Cerca de El Colmenar se encuentra uno de los mayores atractivos naturales de la zona, el Cañón de las Buitreras, que está declarado Monumento Natural. La espectacularidad del paraje reside en la verticalidad y profundidad de sus paredes, más de 200 metros en la zona la Garganta. Además allí anida una importante colonia de buitre leonado, además de poder observar otras aves que anidan en las paredes, como la paloma zurita o bravía o el mirlo acuático.
Existe un sendero que discurre por la parte superior del Cañón, que es el que nos disponemos a realizar hoy. Además, este cañón también se puede hacer en modalidad de barranco, siendo necesario pedir permiso a la Oficina del PN de Alcornocales y requiriendo material especializado y conocimientos en esta disciplina.
Como hemos dicho, nos disponemos a hacer una ruta a pie para disfrutar de este entorno. Desde El Colmenar, tenemos varias opciones para llegar. Una de ellas es un sendero que parte de la estación eléctrica de El Colmenar donde tenemos un cartel que indica el comienzo del sendero.
No obstante, vamos a optar por acceder a la parte superior del cañón por el Puerto del Oso. Salimos del pueblo hacia la zona del Arboreto de El Colmenar, donde tenemos varios senderos señalizados para paseos cortos. El un lugar encantador con muchas variedades de eucaliptos. Si tenemos tiempo, podemos recorrer estos senderitos, pero hoy nosotros continuamos en dirección al Puerto de Oso, donde tendremos que pasar por unas cabrerizas, tras lo cual aparece un sendero bastante marcado que seguiremos. Hay que decir que los guardas de las cabrerizas cobran un euro por persona por permitirte pasar por su propiedad, ya que sobretodo en la época en la que el barranco está abierto, son muchos los grupos que acceden por esta parte, ya sea con empresas homologadas, o grupos que han pedido permiso por su cuenta. No obstante, y aunque los cabreros nos han visto, no se han acercado a nosotros y nos han permitido pasar sin cobrarnos. Suponemos que no lo llevan a rajatabla y como es un día entre semana y solo somos dos, no se han molestado en abandonar sus tareas diarias.
Pronto tendremos unas vistas impresionantes sobre el Cañón e iremos descendiendo por este camino bastante cómodo, mientras vemos aparecer cantidad de buitres volando muy cerca hasta el punto de escuchar la fricción de las alas contra el viento. ¡Espectacular!
Desde el sendero, hemos visto un poco más abajo un mirador al que no acercamos para poder ver de cerca las paredes verticales del cañón, aunque luego tendremos que volver a subir hacia el punto más alto, para continuar hacia el Puente de Los Alemanes, que se eleva a más de 60 metros sobre el fondo del barranco. Vemos que en el puente hay varias chapas para montar un rápel y poder bajar desde aquí al barranco. También nos fijamos que han instalado unas barandillas en el puente, ya que hasta hace poco no tenía ninguna protección lateral, y era simplemente una pasarela sobre el cañón, con dos escalones laterales de unos pocos centímetros. Suponemos que lo han hecho por precaución ya que se ha convertido en una ruta bastante concurrida por senderistas de todas las edades.
Cruzamos por el puente y continuamos el sendero que en poco tiempo nos llevará a la Casa del Conde, con la presencia de una gran era anexa. Desde aquí sale un sendero que asciende poco a poco y discurre por el margen del río pero a una altura considerable. Al poco tiempo el sendero se convierte en un carril ancho que nos llevará hasta la Estación de Cortes de la Frontera.
Allí nos tomamos un refresco y el bocadillo y nos dirigimos a la estación de ferrocarril para cogerlo en dirección a Algeciras y hacer la vuelta en tren hasta El Comenar en solo una parada. Como vemos, el tren nos da mucho juego para hacer rutas lineales.
Como curiosidad, tuvimos una anécdota muy simpática mientras esperábamos el tren. Llegó una pareja de senderistas. Él tenía un GPS del mismo modelo que el nuestro y le hicimos el comentario, entablando conversación sobre las rutas que habíamos hecho en días previos. Y al preguntarnos de donde habíamos sacado las ideas de las rutas le comentamos que nos guiamos por el libro PN Los Alcornocales. Guía del Excursionista, de la Editorial La Serranía. A lo que nos contestó: ¡si yo soy el autor! Magnífica casualidad encontrarnos con Antonio Joaquín Sánchez, el autor de esta completísima guía que recomendamos.
Barranquismo en Cañón de las Buitreras
Hacer el Cañón de Buitreras en versión barranquista es una experiencia única ya que descubriremos un entorno muy diferente al sendero superior. Nosotros tuvimos la suerte de hacerlo en 2015 con un grupo de amigos experimentados.
Para ello tenemos que ir equipados con material específico de barranco (neopreno, arnés, vagas de anclaje, casco, cuerda y ocho) y tener conocimiento y experiencia en su uso y saber rapelar con agua. También existe la posibilidad de contratar los servicios de algunas de las empresas de turismo activo que ofertan este barranco.
El Barranco de Buitreras tiene una longitud de unos 2 kilómetros y un desnivel de unos 100 m. La entrada se hace justo donde el río de la Garganta de la Pulga se une con el Guadiaro, y la salida por el llamado Charco del Moro.
Nada más empezar pasamos por debajo del puente de los Alemanes. Es un barranco muy variado con rápeles de varias alturas, saltos y pozas. Impresiona la parte central del cañón, la llamada Garganta, ya que es tan estrecha que no deja pasar la luz y se hace completamente a oscuras. Es importante saber nadar y tener resistencia ya que hay tramos largos de nado en los que no se hace pie. Es un barranco exigente, ya que la progresión por algunas zonas se hace lenta y complicada, sobre todo en el llamado caos de bloques, con rocas muy grandes que hay que sortear.
Es necesario solicitar permiso a la Oficina del PN Los Alcornocales, y está restringido a los meses de verano, entre el 15 de junio y el 15 de diciembre. Se desaconseja después de las lluvias por peligrosidad. La estrechez del barranco hace que el río baje con mucha fuerza y muy alto después de haber llovido.