Sierra Norte de Sevilla
Reporteros ha pasado unos días en la Sierra Norte de Sevilla, recorriendo senderos que se pueden hacer con niños, ya que están muy bien marcados y presentan poco desnivel. La oferta de visitas que encontramos es suficiente para estar una semana muy entretenidos.
Vamos a caminar en muchas ocasiones por bosques tupidos de ribera, acompañando el cauce del río Huéznar, desde su nacimiento en San Nicolás del Puerto, pasando por el Molino del Corcho y otras áreas recreativas que salpican su trazado. Todas ideales para pasear en familia, sin prisas.
Si te gusta pedalear, en esta zona tienes el trazado de la Vía Verde que pasa por lugares espectaculares, y que también puedes hacer con niños, ya que presenta poco desnivel.
Por supuesto los pueblos y la gastronomía local merecen una atención especial. No dejes de visitar Constantina, Cazalla de la Sierra, las Navas de la Concepción, San Nicolás y degustar sus exquisiteces, como las chacinas, quesos, dulces y licores.
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Los Pozos de la Nieve y Castañar de Constantina
Los Pozos de la Nieve
En este reportaje hemos tenido la suerte de contar con la colaboración de Dirk y Dominique, propietarios de un edificio histórico de Constantina que bien merece una visita como parte de la historia de la Sierra Norte de Sevilla. De hecho el edificio aparece en todas las guías de la sierra como lugar para visitar.
Se trata de Los Pozos de la Nieve, un edificio que data del siglo XVII que ha sido rehabilitado y convertido en un conjunto de apartamentos rurales con identidad propia y diferente a todo lo demás que hayas visto.
Lo más curioso es que dentro de la construcción misma están ubicados varios pozos de nieve, que eran usados para acumular hielo y transportarlo a Sevilla. Estos pozos fueron anteriores al edificio y llama la atención las dimensiones de los mismos. Nosotros hemos visto pozos de nieve en distintos puntos de la geografía española, pero nunca vimos unos tan grandes y profundos como estos.
Además de una serie de espacios comunes y salones, se han habilitado cinco apartamentos dentro del edificio. Todos ellos están equipados con cocina y todo lo necesario para una estancia acogedora, ideal punto de partida para conocer bien este trocito de la Sierra Morena sevillana.
Aunque nos enseñaron todo el complejo, hablaremos sobre todo de nuestro apartamento, llamado Agua y que cuenta con salón cocina con chimenea, baño, una habitación principal y una pequeña con literas. Además cuenta con una cristalera con vistas a uno de los pozos de nieve del edificio, ¡espectacular!
También teníamos una terraza y acceso a la piscina mantenida durante todo el año, aunque en nuestro caso, en diciembre no la usamos, ¡habría que ser muy valiente para bañarse a estas alturas! En verano tiene que ser una gozada, ya que el entorno de la piscina es totalmente natural y silencioso.
Castañar de Constantina
Después de instalarnos y ver todo el edificio, sin perder tiempo salimos hacia Constantina, a 5 minutos, para hacer una preciosa ruta por un castañar. Ideal para hacer con niños, ya que es un paseo corto a través de un bosque de castaño bravío, con la presencia de algunos robles y quejigos.
Desde luego si quieres darte un baño de bosque, has llegado al lugar adecuado. Aunque en esta época del año, ya las hojas yacen en el suelo, dejando a los árboles desnudos, no desmerece en belleza, y podemos imaginar lo bonito que tuvo que ser en primavera y verano, con tanto verde; y ni que decir en otoño con el color cobre en el que se tiñen las hojas.
Para la documentación del entorno y rutas en Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla de este reportaje hemos utilizado este fabuloso libro: Guía Oficial del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla de la editorial Almuzara.
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La ruta, que es circular, discurre por pista y sendero bien marcado y señalizado, con unos 5, 5 km. con algo de desnivel suave. Nosotros tardamos unas dos horas tranquilamente. Y cuenta con el atractivo añadido de visitar la bella ciudad de Constantina con su preciosa morería.
Para llegar al punto de inicio de la ruta, nos dirigimos al pueblo de Constantina, en una explanada que hace las veces de aparcamiento al final del Paseo de la Alameda (calle Venero) donde veremos un panel informativo con los datos de la ruta.
Comenzamos andando entre algunas fincas valladas y poco a poco nos vemos inmersos en un bonito castañar mientras vamos ascendiendo poco a poco. Hay varias bifurcaciones, pero siempre seguiremos la señalización de SL (sendero local) con marcas en blanco y verde.
En algunos puntos nos damos cuenta que el castañar ha sido modificado por la mano del hombre que corta algunos troncos para favorecer el crecimiento de las varetas.
Para terminar este bonito paseo, qué mejor que dar una vuelta por Constantina, el pueblo más grande de la Sierra Norte y cuyo casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico dentro del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Especialmente recomendable son las calles de las laderas del castillo y la Morería.
Nacimiento, cascadas y ribera del Huéznar
En el día de hoy vamos a hacer una ruta de senderismo para ver el Nacimiento, y Cascadas del Huéznar, declaradas Monumento Natural. Pasearemos por la ribera del río en un paraje singular rodeado de vegetación de galería, sauces, olmos y fresnos. Disfrutaremos del sonido relajante del agua durante gran parte del recorrido, pasaremos por antiguas instalaciones del tren por donde discurre actualmente la Vía Verde y podremos relajarnos en la Playa Fluvial de San Nicolás del Puerto. Se trata de un paseo suave ideal para hacer con niños, teniendo especial cuidado en las cascadas, no vayamos a tener un resbalón.
Muy cerca de donde nos alojamos nace el Río Huéznar, en el paraje conocido como el Venero o Borbollón. Allí mismo hay un Área Recreativa donde podemos dejar el coche y comenzar a caminar. La ruta está bien señalizada y cuenta con varios paneles explicativos que nos enseñan las peculiaridades e historia del lugar. Un panel nos avisa de que nos encontramos en una Ruta Ornitológica y nos informa de las aves que podemos ver en estas riberas.
A escasos 200 metros del Área Recreativa tenemos el Nacimiento del Huéznar, una balsa de agua natural en medio de una chopera donde podemos observar las pequeñas burbujitas que salen desde el fondo. El lugar invita a la contemplación y a la relajación, aunque si vamos con niños, también podemos jugar a adivinar por qué parte saldrá el próximo borboteo de agua. Ellos se lo pasarán bomba, mientras que disfrutamos del hermoso lugar en el que nos encontramos.
A continuación la ruta discurre por la Vía Verde durante algo menos de 2 km. A nuestra derecha tenemos el pueblo de San Nicolás del Puerto y a la izquierda los montes de dehesas típicos de la Sierra Norte. Pasamos cerca de antiguos túneles por los que pasaba el tren y a las ruinas de una estación.
Dejamos el trazado de la Vía Verde para coger un sendero que nos lleva junto a la ribera del río, enmarcado en un hermoso bosque de galería, sauces llorones, olmos, fresnos y zarzas. El sendero nos lleva hasta la Cascada Grande, un salto de agua que tendremos que rodear por la derecha, aquí con mucho cuidado de no resbalar. Desde arriba no podremos ver bien la cascada, así que con cuidado bajamos por la derecha hasta situarnos en su base, donde hay una preciosa poza desde donde tenemos una bonita visión de la cascada.
Volvemos a subir para continuar por el sendero y visitar el resto de las cascadas. Este conjunto de Cascadas está declarado Monumento Natural desde 2001. Y rápidamente entendemos el por qué de esta declaración.
Junto a la última cascada está el Área Recreativa de El Martinete y a 200 m. el restaurante del mismo nombre. La senda pasa literalmente por el porche, un lugar encantador.
Hay que decir que, aunque hagamos la ruta en verano y apetezca mucho bañarse en alguna de las pozas o ponerse al pie de alguna cascada, el baño está prohibido. ¡Tranquilos! Podremos quitarnos el calor después en la playa fluvial de San Nicolás, que está habilitada para el baño.
Después de las cascadas continuamos por el sendero, pasando junto a la antigua Central Hidroeléctrica. Continuamos junto al canal que traía el agua del río a la central y seguimos por este margen hasta llegar a la carretera, ya cerca del pueblo. Aquí tenemos el Puente Romano sobre el Río Galindón, donde se encuentra ya la Playa Fluvial. El puente está cerrado al tráfico rodado y aunque es de origen romano, tiene modificaciones hechas en época medieval.
Para regresar al punto de inicio de la ruta, tenemos dos opciones. Hacerlo por el casco urbano de San Nicolás del Puerto, o por el sendero de La Solana del Calvario.
Si optamos por pasar por el casco urbano, podremos ver la Iglesia de San Sebastián, construida entre los siglos XV y XVI de estilo mudéjar. Y un crucero de piedra sobre una columna de origen corintio construida en el siglo XVI.
Si optamos por el sendero de la Solana del Calvario, ascenderemos un poco y veremos desde arriba la ribera del Galindón y la Playa Fluvial, en un trazado de menos de 2 Km que discurre por bosques de encinas y que nos lleva de nuevo al punto de inicio de la ruta, al Área Recreativa del Nacimiento del Huéznar.
Cerro del Hierro
Hoy nos dirigimos en coche al Cerro del Hierro. Desde Constantina, cogemos la carretera que se dirige a San Nicolás del Puerto, y unos 5 minutos antes de llegar encontraremos el desvío que indica Cerro del Hierro.
El Monumento Natural Cerro del Hierro es un conjunto muy interesante, una mezcla entre la naturaleza y la mano del hombre. Es un paraje de roca caliza rica en mineral de hierro que fue explotada como mina desde antes de la época romana y hasta mediados del siglo XX. Hay un antiguo poblado minero, donde aún residen algunos habitantes, llamado Cerro del Hierro y que constituye una pedanía de San Nicolás del Puerto.
Como hoy tenemos posibilidad de lluvia, hemos decidido venir aquí a hacer un recorrido corto y sencillo de unos 4 km. El día está un poco desapacible con bastante viento, así que nos abrigamos bien y salimos.
Comenzamos en el Centro de Visitantes o Punto de Información Cerro del Hierro donde podemos aparcar el coche y comenzar a caminar. Tenemos la mala suerte de que ese día nos encontramos cerrado el centro de visitantes, que solo abre de viernes a domingo. Este centro está ubicado en antiguas Casas de los Ingleses, donde residían los ingenieros de las minas.
Se trata de un pequeño recorrido por los alrededores y el interior del Monumento Natural Cerro del Hierro. Tenemos que hacer la advertencia que algunos de los senderos oficiales que existen están en mal estado y se ha prohibido el paso por algunos tramos, debido a desprendimientos por lluvias. Conviene consultar el estado de estos senderos antes de adentrarse, para evitar peligros innecesarios.
Para llegar al sendero, pasamos antes por el trazado de la Vía Verde que discurre por aquí y subimos un poco por una pista terriza lo que nos da la posibilidad de tener una panorámica a todo el conjunto. Continuamos por el sendero que nos adentra en un mundo de fantasía.
Paseamos entre las formaciones rocosas cubiertas de vegetación, entre pasillos sombríos, callejones estrechos y pozos. Nos adentramos en este paraíso rocoso de formas y colores increíbles que nos traslada a otra época y nos invita a imaginar. Estamos seguros de que este lugar va a encantar a mayores y pequeños. Parece como si estuviéramos dentro de un laberinto de rocas y plantas. Encontramos algunos muros con vestigios del pasado en su interior. Concretamente dos cajas fuertes que aún se conservan en su ubicación original.
En este laberinto vamos a entretenernos mucho, haciendo fotos, y explorando todo lo que encontramos, porque estamos resguardados del fuerte viento que sopla en campo abierto.
Retrocedemos un poco y tomamos la decisión de subir por un sendero donde un cartel advierte de que el acceso está cortado. Continuamos por pasillos naturales hasta que llegamos a una explanada amplia desde donde vemos a nuestra derecha tenemos la impresionante Cueva del Ocre. Bajamos a verla por un sendero y volvemos a subir a la explanada, buscando el paso por un túnel que nos va a permitir volver al aparcamiento.
Después de atravesar el túnel, salimos a una especie de pasillo con vistas y bajamos por unas escaleras hasta una zona más resguardada. Allí decidimos parar a comer algo, pero enseguida nos damos cuenta de que el viento ha cesado y que empieza a llover. Así que sacamos los paraguas y ponemos rumbo al coche lo más rápido que podemos.
Pronto llegaremos al sendero oficial donde hay un banco al lado de una gran encina. Y solo nos queda continuar hasta el aparcamiento.
Hay que mencionar para los amantes de la escalada que en el recorrido existen unas 90 vías de escalada, con dificultad desde V hasta 7c.
Sendero del Molino del Corcho
Otra de las rutas más recomendadas en la Sierra Norte de Sevilla para hacer con niños es el Sendero Molino del Corcho, un paseo por la ribera del Huéznar que comienza en la estación de ferrocarril de Cazalla-Constantina. Es una ruta sencilla y de perfil prácticamente llano pues discurre por la ribera del rio.
Transitaremos por un bosque de galería dónde podemos ver alisos, fresnos, sauces, entre otros. Durante la ruta nos podemos encontrar con áreas de descanso con mesas, y también hay zonas de baño por si hacemos la ruta en verano y nos apeteciera un baño.
En la misma estación aparcaremos el coche y comenzaremos a caminar por un sendero paralelo a las vías del tren. Pronto nos separamos de las vías para acceder al Área Recreativa Isla Margarita, un lugar adecuado si queremos descansar y deleitarnos con el rumor del agua y el sonido del bosque. Vemos que hay instalaciones de multiaventura y un monumento al pescador. Realmente se trata de una isla en mitad del río. Cruzamos al otro lado por un puente de madera. Este punto es el comienzo de la Vía Verde Sierra Norte de Sevilla, una gran opción si queremos realizar bici.
Nosotros continuamos andando en dirección contraria a la de la vía verde por un tramo con grandes encinas, hasta que nos topamos con una carretera que cruzamos y buscamos un sendero que continua a la izquierda. En este punto tenemos que cruzar una cancela con una puerta que dejaremos cerrada, para que no se escapen las ovejas que están allí pastando.
De nuevo el sendero se acerca el río y vuelve a aparecer la vegetación de ribera. Para nuestro gusto, a partir de este punto, aparece la parte más bonita de la ruta. Pronto llegaremos al llamado Puente de los Tres Ojos, llamado así por los tres arcos que lo forman. Tenemos que cruzar el puente para regresar a la estación por el otro margen del río, pero decidimos continuar un poco el sendero por el que vamos discurriendo, sabiendo que después, debemos retroceder de nuevo hasta este puente para cruzarlo.
Si continuamos, nos encontraremos algunas áreas recreativas con mesas y el paseo es realmente agradable. El camino se prolonga hasta la Fábrica de El Pedroso, pero nosotros solo nos adentramos un kilómetro aproximadamente, para pronto regresar al puente y continuar la ruta que teníamos prevista.
Pasamos junto al viaducto del Arroyo Castillejo y pronto llegamos al Área Recreativa Molino del Corcho, también situada en una especie de isla en el río. Paramos un rato para descansar y comer algo, y ya solo nos separa un kilómetro de nuestro punto de partida, la estación de Cazalla donde dejamos el coche al principio de la ruta.
Podemos combinar esta ruta con otra que se acerca a Cazalla de Sierra, la llamada Ruta de las Laderas, circular que parte desde el Viaducto antes mencionado. Lo más interesante de este paseo son las curiosas formaciones rocosas llamadas capas de Campoalla.
Navas de la Concepción y Ermita de Belén
Decidimos hacer hoy una de las rutas más frecuentadas de la Sierra Norte, sobre todo la zona cercana a la Ermita de Belén. Para ello nos desplazamos al pueblo de las Navas de la Concepción. Desde Constantina solo hay 22 km. por carretera pero con tantas curvas que tardamos más de media hora en llegar.
El tramo de carretera hay que tomárselo sin prisas y disfrutando del paisaje, pues atraviesa una de las más recónditas partes del Parque Natural, un lugar realmente apartado, sin grandes montañas pero muy remoto y bien conservado, que a nosotros en especial tanto nos gusta.
El sendero es sencillo y está marcado como PR-A-412. No obstante empezamos temprano porque la distancia es de unos 13 km y los días de invierno son cortos.
Podemos dividir el paseo en tres partes diferenciadas: la primera parte va desde el pueblo hasta la ribera del Ciudadeja. La segunda es el camino hasta la ermita de Belén y la tercera, para regresar por el precioso sendero del 'Túnel'.
Aparcamos cerca de la gasolinera del pueblo, aunque la ruta oficialmente comienza en la plaza, lugar por el pasaremos al finalizar. Cogemos un camino asfaltado que luego se convertirá en pista y continuamos por él hasta poco más de 1km. Tomamos un camino a derecha en subida hasta que el trazado se transforma en sendero que discurre por un tupido bosque mediterráneo.
Pasamos por un complejo de casas rurales, punto desde el que podemos elegir seguir por sendero cercano al cauce o seguir por la pista. Por ambas opciones llegaremos pronto a la carretera donde tenemos carteles que nos indican el camino a la Ermita de Belén (a 2.5Km). Este tramo que se conoce como ribera del Ciudadeja. Aquí nos encontramos con un grupo de padres que llevan a sus hijos a ver la ermita.
Vamos por ancha pista en ligera subida. A unos 600m nos encontramos con el Molino del Francés y poco después llegamos a un área recreativa con mesas y barbacoas, muy cerca ya de la ermita.
El entorno de la ermita es un lugar encantador donde disfrutar de la frescura del río y de la vegetación. La ermita de Belén es lugar de peregrinación para los romeros que se desplazan allí la tercera semana de agosto.
En toda esta zona los niños disfrutan cogiendo madroños que en esta época están en su máximo esplendor. Paramos para hacer la comida principal y degustamos unos madroños que habíamos cogido.
Después de descansar un rato, volvemos al punto donde se toma el sendero del túnel, llamado así por la tupida vegetación que lo cubre todo, incluso por encima de nuestras cabezas, y parece que estamos transitando por dentro de un túnel de árboles y arbustos.
Este camino también está indicado como vereda del quejigo. Este tramo es en subida pero es a buen seguro el más bonito de la ruta por lo abundante de la vegetación. A veces se abre un claro que nos permite ver el paraje donde nos encontramos, de dóciles montañas.
Pasamos por un hito a modo de sillón de piedra y pronto llegaremos a una zona de fincas adehesadas donde se alimentan algunos cochinos de pata negra. A pesar de tener a su disposición muchas encinas, parece como si no fuera suficiente para ellos y se acercan curiosos en espera que les tiremos algunas bellotas del camino. Cosa con la que Alma disfruta un montón, y nosotros viéndola.
En bajada y por camino fácil vamos aproximándonos al pueblo, al que haremos una visita al finalizar la ruta. En la zona de la iglesia hay un parque infantil donde los peques disfrutarán mucho.