Ordesa y Monte Perdido, destino de naturaleza y deportes de aventura

10 de Octubre 2010 
Duración: Una semana
Ordesa es una zona de contrastes, desde los desiertos kársticos de las altas cumbres donde el agua se filtra hacia el interior de la montaña, hasta los verdes valles con saltos de agua y cascadas adornando el paisaje, pasando por los cañones más aislados con más de 1.000 metros de caída desde la parte más alta hasta el cauce del río.
Etiquetas:
MontañaNaturaleza en estado puroPirineos

QUE HAY QUE SABER SOBRE ORDESA

En pleno corazón del pirineo aragonés, se alza con sus valles y cañones uno de los Parques Nacionales más impresionantes de la Península Ibérica: Ordesa y Monte Perdido. Un paraíso para los amantes de la montaña y los deportes de aventura, pero también para los aficionados a la fotografía, por su gama de colores que destaca sobre todo en otoño y primavera. Sin embargo es la estación estival la que atrae más visitantes al parque.

Ordesa se declaró Parque Nacional en 1918, comprendiendo en la actualidad el Valle de Ordesa, el cañón de Añisclo, las gargantas de Escuaín, el circo de Pineta y el macizo de Monte Perdido. Además cuenta con una zona periférica de protección.

Puntos de información del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Existe una red de puntos de información a los que aconsejamos dirigirse

Mirador en el Cañón de Ordesa
Mirador en el Cañón de Ordesa

Sector Valle de Ordesa:

Punto de información de Torla
Tel. 974 48 64 72, abierta todo el año.

Centro de Visitantes El Parador
Tel. 974 48 64 21. Temporada estival. Entre Torla y la Pradera de Ordesa, km 5.

Centro Sensorial Discapacitados Casa Oliván.
Entre Torla y la Pradera de Ordesa, un kilómetro antes de llegar a la Pradera. Adaptado y destinado únicamente a grupos de disminuidos físicos. Temporada estival.

Torla
Torla

Sector Escuaín:

Casa de la Bruja de Tella. Temporada estival.

Casa Museo de La Maestra.
Temporada estival. En las antiguas escuelas del pueblo, con temática del quebrantahuesos. Temporada estival.

Sector Pineta:

Valle de Ordesa
Valle de Ordesa

Valle de Pineta
frente al Parador Nacional de Bielsa.

Otros puntos de información:

Escalona
Tel. 974 50 51 31. Abierta todo el año

Bielsa:
Casa Larraga. Abierto todo el año.

Paisaje en Ordesa
Paisaje en Ordesa

Cosas que debes saber

En verano, Semana Santa y otras épocas de máxima afluencia, el acceso a las Praderas de Ordesa desde Torla está prohibido en vehículo privado, solo se puede acceder en bus (974 48 64 66), que se coge en el aparcamiento de Torla a la entrada de este municipio. Recomendamos informarse de los horarios y precios en los puntos de información de Torla. La afluencia está limitada a 1.800 personas simultáneamente, una vez superada esta cifra, se suspende el servicio. Conviene madrugar para evitar colas.

Muchos carriles de acceso al parque se encuentran cerrados para vehículo privado, y existen servicios de taxi 4x4 que ofrecen diversas excursiones y aproximaciones a las ascensiones y expediciones.

Por supuesto, como todo Parque Nacional, debes respetar su normativa de manera estricta, no alterar el paisaje ni molestar a la fauna.

Gradas de Soaso
Gradas de Soaso
Te recomendamos especialmente...
Apartamentos Puerta de Ordesa
Dirección: C/ Alta, 15, Bajo - 22361
Población: Laspuña
Tel: 974 50 51 01
ver detalles
Te recomendamos especialmente...
Nómadas del Pirineo
Dirección: Avenida de Pineta, 7
Población: Escalona
Tel: 974 505 179
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Te recomendamos especialmente...
Hotel La Posada
Dirección: C/Los Arcos s/n - 22370
Población: Broto
Tel: 974 48 63 36
ver detalles

DÍA 1.- Broto y Cascada de Sorrosal

Nos alojamos en la bella localidad de Broto que se asienta a los pies del río Ara, concretamente en el Hotel La Posada. El pueblo nos sorprende desde el principio. Nada más salir del hotel, vemos indicaciones para la Cascada de Sorrosal, un pequeño sendero nos introduce en poco más de 10 minutos en una amplia pared rocosa con formas y dimensiones que desafían la lógica, plegamientos imposibles bañados por las aguas de la cascada del mismo nombre.

Es un lugar grandioso, como un gran anfiteatro atravesado por una atractiva vía ferrata. Para realizarla hay que tener conocimientos de este deporte e ir equipado. Puedes alquilar el equipo en la Oficina de Guías Guardas Aventuras Pirenaicas (974 48 63 92) o en el estanco de Broto.

Cascada de Sorrosal
Cascada de Sorrosal

Después de tal visión extraordinaria, paseamos por Broto descubriendo su Iglesia con pórtico románico (1.578), la Casa del Valle con su torre de defensa y pasar por el puente sobre el río Ara, de base medieval original, y que es el principio de un agradable paseo paralelo al río, con un amplio parque y multitud de oferta gastronómica y de artesanía.

Para terminar el día, optamos por recorrer un pequeño sendero que nos lleva a la cercana localidad de Oto recorriendo parte del GR-15, un sendero de Gran Recorrido que discurre por cotas bajas atravesando diversos pueblos pirenaicos. En Oto destaca una arquitectura propia de la zona, con la señorial Casa Don Jorge y su torre defensiva medieval y la torre de la Iglesia.

Hotel La Posada a orillas del río Ara
Hotel La Posada a orillas del río Ara

Más información

www.vallebroto.com
Información sobre senderos, rutas, vía ferrata de Sorrosal, fiestas, historia, alojamientos, restaurantes, etc.

Puente de piedra en Broto
Puente de piedra en Broto

Día 2.- Miradores de Ordesa en 4x4

El Hotel La Posada nos ofrece una excursión 4x4 que nos supone el primer acercamiento al Parque Nacional de Ordesa, desde algunos de sus miradores más espectaculares, caminando por cotas altas a partir de 2.000 metros de altitud y descubriendo sus contrastes entre sus valles y sus altas cumbres.

Cañón de Ordesa
Cañón de Ordesa

Desde el hotel salimos en todoterreno que pronto se interna en pistas restringidas a vehículos con autorización, atravesando bosques donde predomina el pino rojo que crece en la espesura entre helechos. Nuestro guía nos hace ver algunos frutos del bosque que crecen silvestres en las laderas cerca de la pista, y pronto llegamos a una fuente de aguas frescas y puras, de la que probamos. Muy pronto vamos ganando altura y comenzamos a ver el valle del río Ara en toda su dimensión, atisbando incluso aldeas ya abandonadas cuyas casas desafían al visitante, colgadas en altas laderas de montaña.

4x4 en una parada
4x4 en una parada

Pero todos esperamos ver las moles calcáreas de Ordesa, donde el pino negro, mucho más resistente a las nevadas y las ventiscas, sustituye al rojo, que queda relegado a cotas más bajas. Nuestra primera parada en un collado nos deja ver las primeras visiones de Ordesa, grandes sucesiones de montañas con una gama de colores y contrastes que emociona al fotógrafo desde el primer momento. El día es claro y limpio, y las montañas están limpias de nieve, dejando ver las laderas empinadísimas donde uno se pregunta cómo es posible que puedan crecer árboles allí. Continúa en VERSIÓN EXTENDIDA

Después de las fotos de rigor, empezamos a caminar por un sendero bien marcado que nos lleva al primer mirador sobre el Valle de Ordesa, desde donde distinguimos el aparcamiento de las Praderas de Ordesa, y tenemos una panorámica extraordinaria del suntuoso valle y de las llamadas fajas, pero también de las cumbres peladas. A lo largo de toda la Sierra de las Cutas, existen bastantes miradores situados en salientes picudos, desafiando la gravedad. El vértigo es un inconveniente, por lo que recomendamos dejarlo en casa y disfrutar plenamente de las vistas, ya que con unas mínimas precauciones, y siguiendo los consejos de nuestro guía, la excursión es totalmente segura.

Después de caminar hacia un segundo mirador no menos impresionante que el primero, volvemos hasta el todoterreno, donde nuestro guía nos prepara una mesa con las mejores vistas y con las mejores viandas de la tierra, regadas con vino rosado. Ningún restaurante le hace sombra a comer en este lugar bajo los rayos del sol estival y la suave brisa de las cumbres, degustando productos típicos de los valles pirenaicos y en la mejor compañía. La sobremesa se alarga por lo agradable de la conversación, pero toca volver al hotel para poder asimilar las imágenes que hemos disfrutado este día tan completo. A la vuelta, ya por la tarde, es posible que podamos divisar si vamos en silencio algunos animales como marmotas, rebecos y aves.

Recomendamos esta excursión que el Hotel La Posada ofrece exclusivamente a sus clientes por un precio muy asequible (30 €/ persona).

Uno de los miradores de Ordesa
Uno de los miradores de Ordesa
Picnic al aire libre
Picnic al aire libre

Día 2.- Miradores de Ordesa en 4x4 (más información)

Después de las fotos de rigor, empezamos a caminar por un sendero bien marcado que nos lleva al primer mirador sobre el Valle de Ordesa, desde donde distinguimos el aparcamiento de las Praderas de Ordesa, y tenemos una panorámica extraordinaria del suntuoso valle y de las llamadas fajas, pero también de las cumbres peladas. A lo largo de toda la Sierra de las Cutas, existen bastantes miradores situados en salientes picudos, desafiando la gravedad. El vértigo es un inconveniente, por lo que recomendamos dejarlo en casa y disfrutar plenamente de las vistas, ya que con unas mínimas precauciones, y siguiendo los consejos de nuestro guía, la excursión es totalmente segura.

Uno de los miradores de Ordesa
Uno de los miradores de Ordesa

Después de caminar hacia un segundo mirador no menos impresionante que el primero, volvemos hasta el todoterreno, donde nuestro guía nos prepara una mesa con las mejores vistas y con las mejores viandas de la tierra, regadas con vino rosado. Ningún restaurante le hace sombra a comer en este lugar bajo los rayos del sol estival y la suave brisa de las cumbres, degustando productos típicos de los valles pirenaicos y en la mejor compañía. La sobremesa se alarga por lo agradable de la conversación, pero toca volver al hotel para poder asimilar las imágenes que hemos disfrutado este día tan completo. A la vuelta, ya por la tarde, es posible que podamos divisar si vamos en silencio algunos animales como marmotas, rebecos y aves.

Picnic al aire libre
Picnic al aire libre

Recomendamos esta excursión que el Hotel La Posada ofrece exclusivamente a sus clientes por un precio muy asequible (30 €/ persona).

Día 3 y 4.- Ascensión a Monte Perdido. Paseos y grandes rutas por Ordesa

Ordesa es el paraíso del senderismo y el montañismo, y hay rutas para todos los gustos, desde pequeños recorridos para hacer con niños, hasta grandes travesías por las altas cumbres para los más aventureros.

Recomendamos informarse adecuadamente antes de hacer cualquier tipo de ruta, en las Oficinas o Puntos de Información del Parque Nacional, donde te informarán de lo necesario para realizarla, de la previsión meteorológica y te darán oportunos consejos. En estos puntos de información tienen a disposición de los visitantes una serie de mapas con las excursiones principales de cada valle. Según tu preparación y el tiempo del que dispongas, te recomendarán algún itinerario interesante.

Caminando por los miradores de Ordesa
Caminando por los miradores de Ordesa

También existe la posibilidad de contratar alguna empresa especializada en turismo de aventura que nos ofrecerá diversas actividades con una seguridad extra.

Los que escriben este reportaje optaron por una travesía de dos días a uno de los reyes de la alta montaña ordesana: Monte Perdido con sus 3.355 metros de altitud. Previamente a nuestra travesía nos documentamos con el libro 100 cumbres del Pirineo Aragonés. Guía Montañera. De David Atela. Nos dirigimos al Punto de Información de Torla y nos facilitaron un mapa del Valle de Ordesa. Además también habíamos adquirido el Mapa Excursionista de Ordesa y Monte Perdido de la Editorial Alpina. Si tienes curiosidad por nuestra aventura en busca del Monte Perdido, pincha en VERSIÓN EXTENDIDA.

Senderismo en el Valle de Ordesa
Senderismo en el Valle de Ordesa

Recomendaciones para más información:

Pirineos Ordesa
En esta web se publican una serie de rutas por el Parque Nacional, por sectores con una descripción bastante detallada y fotos.

Llegando a la cumbre de Monte Perdido
Llegando a la cumbre de Monte Perdido

Foro de Ordesa
Este foro es un sitio web interesante para preguntar sobre rutas e incluso para ponerte en contacto con gente del lugar que puedan recomendarte paseos y resolverte dudas. Es muy recomendable.

Deportes en el Sobrarbe
Rutas de senderismo, BTT, barranquismo, montaña, kayac, escalada y otros deportes, con descripciones y fotos.

Primer día: Praderas de Ordesa - Refugio de Góriz

Partimos desde el parking de las Praderas de Ordesa que ya se encontraba abierto a los vehículos privados. Normalmente en los meses de verano y épocas de máxima afluencia el acceso se realiza en transporte público desde Torla y el acceso es limitado a 1.800 personas.

La llegada a la Cascada de Cola de Caballo puede realizarse por dos posibles caminos: por el valle de Ordesa o por la senda de los Cazadores. Optamos por realizar la subida por la senda de los cazadores y bajar por el valle. Esta empinada senda que atraviesa un tupido bosque vertical, supera un desnivel importante en pocos kilómetros por lo que nos obliga a ir despacio y con precaución, aunque hay que decir que el camino está muy bien conservado y en todo momento señalizado, por lo que es muy difícil perderse.

En algunos claros del bosque podemos observar la verticalidad de las paredes donde crecen diversos árboles en un pacto imposible entre raíces y roca. Seguimos el camino que ya nos señala la Faja de Pelay y el Refugio de Góriz, que es nuestro destino de hoy, pero aún se encuentra muy alejado. En los obligados descansos para respirar hondo, tenemos una fantástica panorámica de las paredes del Cañón de Ordesa y el Tozal del Mallo, una pared de 2.254 m. que es el paraíso de los escaladores más intrépidos.

Hemos llegado por fin al mirador y Refugio del Calcilarruego, donde los árboles de asoman al abismo y la senda deja de subir, para seguir manteniendo altura y atravesar la llamada Faja de Pelay, que nos llevará directamente a la Cascada Cola de Caballo que se encuentra en el Circo de Soaso. Desde aquí ya hace rato que podemos ver la ansiada cumbre del Monte Perdido que se eleva majestuosa desde el final del valle.

Superamos el circo por la misma senda de los Cazadores, pudiendo hacerlo también a través de unas cadenas instaladas en la roca que suelen ser usadas por los que suben desde el valle. Nosotros ya tenemos una altura considerable ganada y optamos por mantenerla. Ya solo nos queda llegar al Refugio que se encuentra cerca, a una hora y media de camino. La ruta ha sido dura y toca descansar para acometer al día siguiente la subida al Perdido y la bajada por el valle hasta donde hemos estacionado el coche.

Segundo día: Refugio de Góriz - Monte Perdido - Praderas de Ordesa

Salimos muy temprano siguiendo una senda desdibujada que sube en diagonal a través de una barrera rocosa que hay que superar. La senda está marcada con hitos de piedra que los montañeros han ido dejando para señalar la subida más cómoda. El terreno es desértico y blanco, con muy poca vegetación, que no es capaz de sobrevivir a la altitud y duras condiciones climatológicas. Entramos en el barranco de Góriz, donde una marmota se asoma a una peña haciendo saber a todos que está allí con su característico silbido.

Después de superar un paso de roca casi escalando, nos vemos inmersos en un caos de piedras del que salimos poco después siguiendo los hitos. Un paso con cadenas nos facilita el avance hacia la oquedad donde se encuentra el Lago Helado a los pies del Cilindro, una mole con plegamientos increíbles que se levanta frente al Monte Perdido. Desde el lago ya podemos ver el senderillo que sube por la llamada Escupidera, un corredor con gran desnivel en el que hay que tener especial cuidado por su inclinación y la inestabilidad del terreno. En invierno este tramo es muy peligroso cuando está nevado o helado porque está expuesto a un precipicio desgraciadamente conocido. En verano, mucha precaución porque el terreno es pedregal suelto que no sujeta el calzado. La escupidera nos sitúa en el collado de Monte Perdido. A partir de aquí solo nos queda caminar por un sendero menos empinado que nos conduce a la cumbre, desde donde tenemos una visión espectacular de todos los valles: Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta.

La bajada hacia el refugio la realizamos por el mismo camino, con una breve parada allí para recoger todo el material que no nos ha hecho falta en la subida, y para almorzar. Al llegar a la Cola de Caballo, optamos por el camino del valle para bajar a las Praderas. Pronto llegamos a las Gradas de Soaso, que son una sucesión de cascadas de gran belleza que desembocan en profundas pozas de agua cristalina. El camino atraviesa un amplio bosque de hayas que apenas dejan pasar la luz del sol, hasta que la senda se acerca de nuevo al río y algunos miradores se asoman a otras cascadas. Por fin hemos llegado al punto de inicio de la travesía, en las Praderas de Ordesa.

Tozal del Mallo
Tozal del Mallo
Los pinos crecen en la pared vertical
Los pinos crecen en la pared vertical
La brecha de Rolando, a lo lejos
La brecha de Rolando, a lo lejos
Circo de Soaso desde Monte Perdido
Circo de Soaso desde Monte Perdido
Cañón de Añisclo desde la cumbre de Monte Perdido
Cañón de Añisclo desde la cumbre de Monte Perdido

Día 3 y 4.- Ascensión a Monte Perdido. Paseos y grandes rutas por Ordesa (más información)

Primer día: Praderas de Ordesa - Refugio de Góriz

Partimos desde el parking de las Praderas de Ordesa que ya se encontraba abierto a los vehículos privados. Normalmente en los meses de verano y épocas de máxima afluencia el acceso se realiza en transporte público desde Torla y el acceso es limitado a 1.800 personas.

Tozal del Mallo
Tozal del Mallo

La llegada a la Cascada de Cola de Caballo puede realizarse por dos posibles caminos: por el valle de Ordesa o por la senda de los Cazadores. Optamos por realizar la subida por la senda de los cazadores y bajar por el valle. Esta empinada senda que atraviesa un tupido bosque vertical, supera un desnivel importante en pocos kilómetros por lo que nos obliga a ir despacio y con precaución, aunque hay que decir que el camino está muy bien conservado y en todo momento señalizado, por lo que es muy difícil perderse.

En algunos claros del bosque podemos observar la verticalidad de las paredes donde crecen diversos árboles en un pacto imposible entre raíces y roca. Seguimos el camino que ya nos señala la Faja de Pelay y el Refugio de Góriz, que es nuestro destino de hoy, pero aún se encuentra muy alejado. En los obligados descansos para respirar hondo, tenemos una fantástica panorámica de las paredes del Cañón de Ordesa y el Tozal del Mallo, una pared de 2.254 m. que es el paraíso de los escaladores más intrépidos.

Los pinos crecen en la pared vertical
Los pinos crecen en la pared vertical

Hemos llegado por fin al mirador y Refugio del Calcilarruego, donde los árboles de asoman al abismo y la senda deja de subir, para seguir manteniendo altura y atravesar la llamada Faja de Pelay, que nos llevará directamente a la Cascada Cola de Caballo que se encuentra en el Circo de Soaso. Desde aquí ya hace rato que podemos ver la ansiada cumbre del Monte Perdido que se eleva majestuosa desde el final del valle.

Superamos el circo por la misma senda de los Cazadores, pudiendo hacerlo también a través de unas cadenas instaladas en la roca que suelen ser usadas por los que suben desde el valle. Nosotros ya tenemos una altura considerable ganada y optamos por mantenerla. Ya solo nos queda llegar al Refugio que se encuentra cerca, a una hora y media de camino. La ruta ha sido dura y toca descansar para acometer al día siguiente la subida al Perdido y la bajada por el valle hasta donde hemos estacionado el coche.

La brecha de Rolando, a lo lejos
La brecha de Rolando, a lo lejos

Segundo día: Refugio de Góriz - Monte Perdido - Praderas de Ordesa

Salimos muy temprano siguiendo una senda desdibujada que sube en diagonal a través de una barrera rocosa que hay que superar. La senda está marcada con hitos de piedra que los montañeros han ido dejando para señalar la subida más cómoda. El terreno es desértico y blanco, con muy poca vegetación, que no es capaz de sobrevivir a la altitud y duras condiciones climatológicas. Entramos en el barranco de Góriz, donde una marmota se asoma a una peña haciendo saber a todos que está allí con su característico silbido.

Circo de Soaso desde Monte Perdido
Circo de Soaso desde Monte Perdido

Después de superar un paso de roca casi escalando, nos vemos inmersos en un caos de piedras del que salimos poco después siguiendo los hitos. Un paso con cadenas nos facilita el avance hacia la oquedad donde se encuentra el Lago Helado a los pies del Cilindro, una mole con plegamientos increíbles que se levanta frente al Monte Perdido. Desde el lago ya podemos ver el senderillo que sube por la llamada Escupidera, un corredor con gran desnivel en el que hay que tener especial cuidado por su inclinación y la inestabilidad del terreno. En invierno este tramo es muy peligroso cuando está nevado o helado porque está expuesto a un precipicio desgraciadamente conocido. En verano, mucha precaución porque el terreno es pedregal suelto que no sujeta el calzado. La escupidera nos sitúa en el collado de Monte Perdido. A partir de aquí solo nos queda caminar por un sendero menos empinado que nos conduce a la cumbre, desde donde tenemos una visión espectacular de todos los valles: Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta.

La bajada hacia el refugio la realizamos por el mismo camino, con una breve parada allí para recoger todo el material que no nos ha hecho falta en la subida, y para almorzar. Al llegar a la Cola de Caballo, optamos por el camino del valle para bajar a las Praderas. Pronto llegamos a las Gradas de Soaso, que son una sucesión de cascadas de gran belleza que desembocan en profundas pozas de agua cristalina. El camino atraviesa un amplio bosque de hayas que apenas dejan pasar la luz del sol, hasta que la senda se acerca de nuevo al río y algunos miradores se asoman a otras cascadas. Por fin hemos llegado al punto de inicio de la travesía, en las Praderas de Ordesa.

Cañón de Añisclo desde la cumbre de Monte Perdido
Cañón de Añisclo desde la cumbre de Monte Perdido

Día 5.- Ainsa y Tella

Después del esfuerzo que supuso la ascensión a Monte Perdido, decidimos tener un día tranquilo pero sin renunciar a conocer sitios nuevos, así que cogimos el coche y nos dirigimos a la villa de Ainsa, que dicen que es el pueblo más visitado de todo el Alto Aragón. Desde Broto, la carretera baja por el valle del río Ara, pasando por pueblos como Fiscal y Boltaña. También avistamos algunas aldeas abandonadas cuyo acceso se hace por carriles terrizos.

Al llegar a Ainsa, siguiendo las indicaciones al centro histórico, nos encontraremos con un amplio parking donde dejaremos el coche, y accederemos a pie a su Plaza Mayor, rodeada de soportales medievales y multitud de restaurantes y bares típicos de la zona. También podemos visitar la Iglesia de Santa María y subir a su torre campanario que constituye un magnífico mirador desde donde se puede contemplar una bella panorámica del pueblo y de sus alrededores, con la Peña Montañesa al fondo. Pero el simple hecho de pasear por esta villa, es ya un placer para los sentidos, ya que sus calles de piedras adornadas con macetas y flores, son un atractivo a resaltar.

Calle principal de Ainsa
Calle principal de Ainsa

En el castillo de Ainsa, se encuentran una serie de visitas recomendadas. En la Oficina de Turismo Comarcal te darán información de toda la comarca de Sobrarbe, donde nos encontramos. Esta comarca tiene la calificación de Geoparque. Entenderás perfectamente este concepto si te diriges al Centro de Interpretación del Patrimonio del Geoparque, que también se encuentra en el castillo. Aquí te explican de manera visual y atractiva la evolución de las montañas y valles desde hace más de 550 millones de años.

Si te apasiona la flora y la fauna, no puedes irte sin ver el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica, que tiene un apartado especial para el quebrantahuesos. Además de la exposición, te pondrán una proyección, y te harán una visita guiada para ver rapaces vivas que se encuentran en el recinto por estar irrecuperables, descubre por qué han llegado hasta aquí.

Patio de la Iglesia de Santa María
Patio de la Iglesia de Santa María

Por la tarde nos acercaremos a Tella, donde veremos su dolmen y caminaremos por la ruta de las Ermitas y nos asomaremos por los Miradores de Escuaín, santuario del quebrantahuesos, con alguna que otra sorpresa. Te lo contamos en VERSIÓN EXTENDIDA.

Recomendaciones para más información:

Maqueta del Ecomuseo de fauna y flora
Maqueta del Ecomuseo de fauna y flora
Uno de los restaurantes de Ainsa
Uno de los restaurantes de Ainsa

Centro de Interpretación y presentación del patrimonio del Geoparque
Tel. 974 500 512

El dolmen de Tella, conocido también como Piedra de Vasar o Losa de la Campa se encuentra en un lugar privilegiado, rodeado de tierras de labor, pero con unas impresionantes vistas hacia los cañones y las montañas de Ordesa. Se accede a él desde la carretera que se dirige a Tella, a través de un senderillo que nos pondrá en el dólmen en unos 3 minutos. Se especula con la finalidad de esta construcción megalítica, que pudo ser un punto de reunión, un hito que marcaba un territorio o un lugar de observación de los astros.

La ruta de las Ermitas de Tella

Desde el pueblo de Tella, donde tenemos un Punto de Información para visitantes, parte un sendero que nos llevará, en aproximadamente una hora y media, a conocer las tres ermitas románicas de Tella que se reparten en un entorno privilegiado: ermita de la Virgen de la Peña, Ermita de Fajanillas y ermita de los santos Juan y Pablo, que es una de las más antiguas del románico en Aragón (S. XI). Es un sendero cómodo que se puede hacer incluso con niños y que combina perfectamente una actividad de senderismo suave, con un paseo cultural representativo.

Sobre Tella también hay que decir que tiene una rica tradición relacionada con la brujería, y tenemos muchos ejemplos en la toponimia local. Sin ir más lejos, el Puntón de las Brujas, a cuyos pies se levanta la ermita de San Juan y San Pablo. Además en Tella se encuentra la llamada Casa de la Bruja, un museo sobre magia y etnobotánica.

Ruta Los Miradores de Revilla

Desde Tella nos dirigimos hacia la aldea de Revilla. Unos 100 metros antes de llegar al pueblo, a la izquierda de la carretera nos encontramos un rellano donde podemos dejar el coche y comenzar un sendero interpretado, que serpentea muy cerca de la Garganta de Escuaín, el santuario del quebrantahuesos, donde no es difícil que podamos ver algún ejemplar. Los últimos quebrantahuesos europeos viven en los pirineos, donde se localizan casi doscientas parejas. Estas aves, que se alimentan de huesos, llegan a alcanzar casi tres metros de envergadura de ala. El sendero, de unos 2 Km. atraviesa bosques autóctonos de gran belleza, y pasa por una ermita medieval excavada en la roca: la ermita de San Lorenzo de Revilla, con símbolos grabados en la roca. También podemos ver la ermita de San Lorenzo.

Para regresar a Broto, tomamos en Escalona la carretera en dirección a Fanlo (HU 631), una vía muy estrecha que atraviesa el Cañón de Añisclo por lugares tan cerrados de vegetación y de roca que parece que estamos atravesando un túnel. De hecho, hay un tramo de esta carretera que es de sentido único. Aún así hay que tener mucha precaución, por las curvas y la estrechez de la carretera.

Dólmen de Tella
Dólmen de Tella
Ruta de las Ermitas de Tella
Ruta de las Ermitas de Tella
Ruta de las Ermitas de Tella
Ruta de las Ermitas de Tella

La Ruta de las Ermitas y la Ruta de los Miradores de Revilla (más información)

El dolmen de Tella, conocido también como Piedra de Vasar o Losa de la Campa se encuentra en un lugar privilegiado, rodeado de tierras de labor, pero con unas impresionantes vistas hacia los cañones y las montañas de Ordesa. Se accede a él desde la carretera que se dirige a Tella, a través de un senderillo que nos pondrá en el dólmen en unos 3 minutos. Se especula con la finalidad de esta construcción megalítica, que pudo ser un punto de reunión, un hito que marcaba un territorio o un lugar de observación de los astros.

La ruta de las Ermitas de Tella

Dólmen de Tella
Dólmen de Tella

Desde el pueblo de Tella, donde tenemos un Punto de Información para visitantes, parte un sendero que nos llevará, en aproximadamente una hora y media, a conocer las tres ermitas románicas de Tella que se reparten en un entorno privilegiado: ermita de la Virgen de la Peña, Ermita de Fajanillas y ermita de los santos Juan y Pablo, que es una de las más antiguas del románico en Aragón (S. XI). Es un sendero cómodo que se puede hacer incluso con niños y que combina perfectamente una actividad de senderismo suave, con un paseo cultural representativo.

Sobre Tella también hay que decir que tiene una rica tradición relacionada con la brujería, y tenemos muchos ejemplos en la toponimia local. Sin ir más lejos, el Puntón de las Brujas, a cuyos pies se levanta la ermita de San Juan y San Pablo. Además en Tella se encuentra la llamada Casa de la Bruja, un museo sobre magia y etnobotánica.

Ruta de las Ermitas de Tella
Ruta de las Ermitas de Tella

Ruta Los Miradores de Revilla

Desde Tella nos dirigimos hacia la aldea de Revilla. Unos 100 metros antes de llegar al pueblo, a la izquierda de la carretera nos encontramos un rellano donde podemos dejar el coche y comenzar un sendero interpretado, que serpentea muy cerca de la Garganta de Escuaín, el santuario del quebrantahuesos, donde no es difícil que podamos ver algún ejemplar. Los últimos quebrantahuesos europeos viven en los pirineos, donde se localizan casi doscientas parejas. Estas aves, que se alimentan de huesos, llegan a alcanzar casi tres metros de envergadura de ala. El sendero, de unos 2 Km. atraviesa bosques autóctonos de gran belleza, y pasa por una ermita medieval excavada en la roca: la ermita de San Lorenzo de Revilla, con símbolos grabados en la roca. También podemos ver la ermita de San Lorenzo.

Ruta de las Ermitas de Tella
Ruta de las Ermitas de Tella

Para regresar a Broto, tomamos en Escalona la carretera en dirección a Fanlo (HU 631), una vía muy estrecha que atraviesa el Cañón de Añisclo por lugares tan cerrados de vegetación y de roca que parece que estamos atravesando un túnel. De hecho, hay un tramo de esta carretera que es de sentido único. Aún así hay que tener mucha precaución, por las curvas y la estrechez de la carretera.

Día 6.- Valle de Bujaruelo

Dedicamos el día a conocer el valle de Bujaruelo, que no forma parte del Parque Nacional, aunque existen plataformas que lo solicitan por la riqueza natural que alberga. El acceso se hace desde Torla en dirección al Valle de Ordesa, pero en el Puente de los Navarros cogemos a la izquierda, por una pista de tierra en bastante mal estado. Primero llegaremos hasta un precioso camping y refugio, enclavado en medio del valle y flanqueado por enormes murallas de piedra, continuando esa misma pista, llegaremos hasta la pradera de San Nicolás de Bujaruelo, donde se halla un refugio, restaurante y camping, así como un magnífico puente románico. Desde esta pradera parten un buen número de rutas de media y alta montaña por los macizos de Tendeñera, Vignemale / Comachibosa y Monte Perdido (3.355 m).

Puente romano
Puente romano

Este valle es uno de los mejores refugios para muchas de las especies más amenazadas como el oso pardo pirenaico, el quebrantahuesos, el urogallo, la nutria, el desmán de los pirineos, entre otros. Pero siempre ha estado amenazado por la hipotética construcción de una carretera que comunique con la cercana localidad francesa de Gavarnie.

Paisaje del Valle de Bujaruelo
Paisaje del Valle de Bujaruelo

Desde la pradera de Bujaruelo, la posibilidad de paseos y excursiones es amplia. Podemos recomendar el acceso al valle de Otal, y Ordiso.

Día 7.- Laspuña - Barranquismo con Nómadas

Nos alojamos ahora en Laspuña, en Apartamentos Puerta de Ordesa, un complejo formado por dos casas de piedra y un extraordinario jardín con vistas a la montaña, con zona de hidromasaje y parque infantil. Aunque hablamos de casas de piedra, los apartamentos están amueblados y decorados de forma funcional y moderna, con todas las comodidades y completo equipamiento.

Laspuña es un pueblo que se asienta en la orilla izquierda del río Cinca, elevada sobre el valle, bajo la mole rocosa de la Peña Montañesa (2.291 m.) Es un pueblo de tradición nabatera. Las nabatas eran balsas de troncos que se utilizaron hasta mediados del siglo XX como medio de transporte de la madera hasta el delta del Ebro.

En Laspuña podemos visitar el Museo de la Madera donde encontraremos hachas, barrenas y otras herramientas que dan fe de la obtención de madera. Además recomendamos el Ecomuseo de Luis Pallaruelo, con un sendero que nos conduce desde Laspuña hasta el río Cinca y nos muestra el proceso de construcción de las nabatas, finalizando en una a escala natural a la orilla del río.

Entrada de Apartamentos Puerta de Ordesa
Entrada de Apartamentos Puerta de Ordesa

Hay un sendero etnobotánico entre Escalona y Puyarruego que explica el uso tradicional de las plantas y árboles del entorno, y unas rutas Naturalísticas en el monte con paneles informativos del entorno. En Ceresa (a 4 minutos) se encuentra el Centro de la Vida Natural y Actividades Tradicionales.

Además de todo eso, hoy vamos a hacer un barranco de iniciación con Nómadas del Pirineo, una empresa de Turismo Activo que se encuentra en Escalona y que ofrece actividades para todos los gustos: senderismo, vías ferratas, descenso de cañones, rappel, bautismo de escalada y mucho más. Te recomendamos que entres en su página web, y te informes de todo lo que puedes hacer con ellos. No te pierdas nuestra actividad de barranquismo en VERSIÓN EXTENDIDA.

Más información:

Paisaje desde Laspuña
Paisaje desde Laspuña

Ayuntamiento de Laspuña
Tel. 974 50 50 02

Asociación Nabateros
Tel. 974 50 40 83

Nómadas del Pirineo
Tel. 974 50 51 79 - 649 07 03 36

Barranquismo con Nómadas
Barranquismo con Nómadas

Nuestro guía Alberto nos informa que el barranco que vamos a hacer es el de Viandico, que es ideal para iniciación, con algunos saltos divertidos y un descenso en rapel, además de sifones y cascadas. El punto de partida es el parking de La Tella, donde dejamos los coches y hacemos una pequeña mochila con el equipo que vamos a usar para el barranco y que nos proporciona Nómadas: traje de neopreno, arnés y casco. Caminamos hacia el punto de partida del barranco y después de equiparnos, tomamos contacto con el agua en una poza de gran belleza donde nace el cauce del barranco. Comenzamos el recorrido por el cauce, a ratos caminando y a ratos nadando en las zonas más profundas. El día está nublado, y la niebla que entra en el cañón le da al ambiente un aire mágico que nos hace maravillarnos del lugar en el que nos encontramos.

Pronto llega el primer salto, corto, de unos 3 metros, luego algún sifón, cascadas y un caos de piedras sumergido en el agua e incluso una cueva en la que permanecemos unos minutos. Vamos perfectamente guiados por Alberto que en todo momento nos da consejos de cómo superar los pequeños retos que se nos presentan. Llegamos a una caída de unos 12 metros, que bajamos en rappel, uno por uno. Para los que no hayáis hecho rápel, se trata de una técnica sencilla de descenso con cuerda, en la que tú controlas la velocidad de descenso. Además te fijan a una segunda cuerda, por lo que es bastante seguro. A pesar de la seguridad, la descarga de adrenalina y la diversión no te la quitará nadie. Nos queda un último salto de unos 7 metros para terminar el barranco. Salimos del barranco por un camino que asciende a la carretera hasta el parking de San Úrbez. Nos queda andar unos 10 minutos hasta el punto donde hemos dejado el coche. La actividad se ha pasado con la sensación de que ha sido corta, pero han transcurrido más dos horas y te queda la sensación de que tienes que repetir.

Equipados para el barranco de Viandico
Equipados para el barranco de Viandico
Haciendo rapel
Haciendo rapel

Laspuña - Barranquismo con Nómadas (más información)

Nuestro guía Alberto nos informa que el barranco que vamos a hacer es el de Viandico, que es ideal para iniciación, con algunos saltos divertidos y un descenso en rapel, además de sifones y cascadas. El punto de partida es el parking de La Tella, donde dejamos los coches y hacemos una pequeña mochila con el equipo que vamos a usar para el barranco y que nos proporciona Nómadas: traje de neopreno, arnés y casco. Caminamos hacia el punto de partida del barranco y después de equiparnos, tomamos contacto con el agua en una poza de gran belleza donde nace el cauce del barranco. Comenzamos el recorrido por el cauce, a ratos caminando y a ratos nadando en las zonas más profundas. El día está nublado, y la niebla que entra en el cañón le da al ambiente un aire mágico que nos hace maravillarnos del lugar en el que nos encontramos.

Equipados para el barranco de Viandico
Equipados para el barranco de Viandico

Pronto llega el primer salto, corto, de unos 3 metros, luego algún sifón, cascadas y un caos de piedras sumergido en el agua e incluso una cueva en la que permanecemos unos minutos. Vamos perfectamente guiados por Alberto que en todo momento nos da consejos de cómo superar los pequeños retos que se nos presentan. Llegamos a una caída de unos 12 metros, que bajamos en rappel, uno por uno. Para los que no hayáis hecho rápel, se trata de una técnica sencilla de descenso con cuerda, en la que tú controlas la velocidad de descenso. Además te fijan a una segunda cuerda, por lo que es bastante seguro. A pesar de la seguridad, la descarga de adrenalina y la diversión no te la quitará nadie. Nos queda un último salto de unos 7 metros para terminar el barranco. Salimos del barranco por un camino que asciende a la carretera hasta el parking de San Úrbez. Nos queda andar unos 10 minutos hasta el punto donde hemos dejado el coche. La actividad se ha pasado con la sensación de que ha sido corta, pero han transcurrido más dos horas y te queda la sensación de que tienes que repetir.

Haciendo rapel
Haciendo rapel

Día 8.- Bielsa y Valle de Pineta

Desde Laspuña tomamos la carretera de Bielsa, importante villa que es la puerta de acceso al valle de Pineta, donde nace el río Cinca bajo el macizo calcáreo de Monte Perdido. De Bielsa, queda muy poco de su patrimonio monumental ya que fue prácticamente destruida en la guerra civil en la llamada "bolsa de Bielsa", un reducto de las tropas republicanas, que pasaron finalmente a Francia tras la práctica destrucción del pueblo. Para comprender mejor este capítulo de la historia, podemos visitar el Museo de Bielsa, con una sección sobre la Guerra Civil en la que rememora este episodio de la bolsa de Bielsa a través de un audiovisual y de objetos usados durante la contienda. Además nos sumergiremos en el bullicio festivo del famoso Carnaval de Bielsa, poblado de singulares personajes cargados de simbolismo. La entrada cuesta 3? y es gratis para menores de 8 años. La visita dura entre 30 minutos y una hora.

El mayor atractivo reside en sus alrededores, y principalmente en el Valle de Pineta, al que se accede desde el mismo Bielsa, tomando en dirección hacia la aldea de Javierre (hay indicaciones hacia Pineta). Al poco de pasar por un pequeño embalse, la carretera nos introduce en un entorno espectacular, con el circo de Pineta al fondo. Junto al Parador de Turismo de Monte Perdido, se encuentra la ermita de la Virgen de Pineta, punto de partida de numerosas excursiones por la zona. Existe un punto de información en el que te informarán de las posibilidades que ofrece la zona.

Valle de Pineta
Valle de Pineta

Nosotros optamos por visitar las Cascadas y Llanos de Lalarri, en una ruta circular de unas 3 horas, subiendo por un sendero con escaleras de madera bastante empinado y bajando por un sendero un poco más largo pero menos empinado. Este valle impresiona por su amplitud y su grandeza, e incluso se puede distinguir en la zona más alta el glaciar de la cara norte del Monte Perdido.

Más información:

Bosque en Pineta
Bosque en Pineta

Museo de Bielsa
Tel. 974 50 10 00

Rutas por Pineta

Cascada
Cascada
 

Comentarios

Rosa Blanco
06/07/2022
De nuevo vuestra información me ha animado a realizar una nueva aventura, visitar los Pirineos ha sido sorprendente. Gracias. https://photos.app.goo.gl/dKEwzHV6B4JJcVzJ8
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